miércoles, 4 de mayo de 2011

Aracne castellano

Aracne (libro IV)
Palas
La Tritonia había prestado oídos a tales palabras.
Aracne (5-18, 23-25)

Y dirige su ánimo a los hados de la meonia Aracne, la cual había escuchado que no cejaba en las alabanzas de su arte de hacer lana. Ella no fue ilustre por su lugar ni por el origen de su familia, sino por su arte. Su padre, el colofonio Idmón teñía para ésta con foceo múrice las bebedoras lanas; su madre había muerto, pero también ésta de la plebe e igual a su marido había sido; sin embargo, ella por las ciudades lidias había buscado con afán un nombre memorable; aunque surgida de casa pequeña, habitaba en la pequeña Hipepas.

Aracne latín-castellano vv.1-25

Palas (1-2)

Praebuerat dictis Tritonia talibus aures
Había prestado a relatos tales la Tritonia oídos,

Aracne (5-18ª, 23b-25)


Maeoniaeque animum fatis intendit Arachnes, 5
Y a los hados de la meonia Aracne dirige su ánimo,

quam sibi lanificae non cedere laudibus artis
la cual había oído que a ella misma no cedía en sus alabanzas del arte de hacer la lana,

audierat. Non illa loco nec origine gentis
No ella por su posición ni por el origen de su familia

clara, sed arte fuit: pater huic Colophonius Idmon
fue ilustre, sino por su arte ; el padre , el colofonio Idmón, para ésta

Phocaico bibulas tinguebat murice lanas;
con focaico múrice teñía las bebedoras lanas;

occiderat mater, sed et haec de plebe suoque 10
había muerto su madre, pero también esta había sido de la plebe, y a su marido

aequa viro fuerat; Lydas tamen illa per urbes
igual; sin embargo, ella por las lidias ciudades

quaesierat studio nomen memorabile, quamvis
se había buscado con su afán un nombre memorable, aunque

orta domo parva parvis habitabat Hypaepis.
surgida de una casa pequeña, en la pequeña habitaba Hipepas.

Huius ut adspicerent opus admirabile, saepe
Para contemplar la obra admirable de ésta, a menudo

deseruere sui nymphae vineta Timoli, 15
abandonaron las ninfas los viñedos de su Timolo,

deseruere suas nymphae Pactolides undas.
abandonaron las ninfas Pactólides sus propias aguas.

nec factas solum vestes, spectare iuvabat
Y no hechos sólo los vestidos contemplar agradaba;

tum quoque, cum fierent: scires a Pallade doctam. 18-23
especialmente también, mientras se hacían: que se supiera había sido instruida por Palas

Quod tamen ipsa negat tantaque offensa magistra 24
lo cual, sin embargo, ella niega, y de tan gran maestra ella ofendida:

”certet” ait “mecum: nihil est, quod victa recusem!” 25
«Compita», dice, «conmigo: nada hay que yo vencida rehúse».

lunes, 9 de marzo de 2009

viernes, 6 de marzo de 2009

Atenea y Aracne
Aracne era una joven de la región de Lidia. Había nacido en una casa humilde, pero todo el mundo en Grecia la conocía gracias a su insuperable talento manejando del telar. Sus manos se movían con una precisión inusitada, dando forma a los hermosos motivos que brotaban de su imaginación. Consciente de su maestría, Aracne cometió la temeridad de proclamarse superior a los dioses en el arte de tejer.

Estas palabras llegaron a oídos de la diosa Atenea, patrona de hilanderas y tejedoras, quien se enfadó enormemente, pues a los dioses no les gusta que un insignificante mortal se compare con ellos, y mucho menos que se declare superior. Atenea adoptó la forma de una anciana y se presentó en el taller de Aracne, dispuesta a hacer que se retractase. Pero la joven lidia se negó y además retó a un duelo de tapices a la mismísima diosa Atenea, estuviera donde estuviese. A Atenea no le quedó otro remedio que descubrir su auténtico rostro y aceptar el desafío.
Una vez sentadas las contendientes frente a sus respectivos telares, la justa dio comienzo. Las manos de las dos se movían como centellas sobre los hilos. Atenea bordaba heroicas escenas protagonizadas por los dioses, mientras que Aracne, desafiante, escogía aquellos episodios en los cuales los habitantes del Olimpo se habían mostrado deshonestos o libidinosos.
Llegó el momento de comparar ambas obras, y entonces quedó claro, incluso para Atenea, que el trabajo de Aracne era muy superior al suyo. La diosa montó en cólera y rasgó el lienzo de su rival. Después la golpeó en la frente. En verdad, el golpe no había sido demasiado fuerte, pero Aracne se asustó y, temiendo su venganza, buscó una soga y se ahorcó de la viga que cruzaba el techo del taller.

Compadecida, Atenea la sujetó para que no se ahogase, tras lo cual la maldijo, a ella y a su futura progenie, a colgar de aquella manera y a tejer durante toda su vida. Los brazos y las piernas de Aracne comenzaron entonces a encogerse, mientras que los dedos de sus manos se alargaban. Al mismo tiempo, su cuerpo se hinchó, y una capa de pelo corto y negro la cubrió por completo. La soga se transformó en un hilo de seda que le salía del abdomen. Cuando la transformación terminó, Aracne colgaba del techo convertida en una pequeña araña.
Así termina el mito de Aracne, de quien según dicen descienden todas las arañas.



Aurora Valero Martínez……4ºB

jueves, 5 de marzo de 2009

La leyenda de Aracne

Aracne era una gran tejedora, que retó a Atenea a un duelo, para ver quién tejía mejor. Atenea compitió con ella y Aracne ganó. Entonces aquella se enfadó. Aracne se colgó, pero la diosa la sostuvo y la convirtió en una araña para que se pasase toda la vida tejiendo.

Rosa Jerez

Aracne was a great weaver who challenged Atenea to a duel, to see who could weave better. Atenea competed against her, and Aracne won. Then the former got angry. Aracne hung herself, but the godess sustained her and turned her into a spider so that she had to spend all her life weaving.

Steven Jacowski